
Análisis funcional de la conducta: ¿qué es y para qué sirve en consulta?
Dentro del proceso de evaluación se siguen una serie de pautas y pasos, necesarios para entender lo que está pasando en la vida del paciente. Una vez recabada la información desde la entrevista, con los cuestionarios y registros pertinentes, el terapeuta está en condiciones de formalizar un análisis funcional, el cual explica el mantenimiento de la situación de malestar, además de ofrecer una línea de trabajo para superarla.
Esta herramienta ofrece, por un lado, una explicación -tanto para el profesional como para el paciente- del proceso por el que la persona ha acabado en la situación en la que se encuentra y así orientar la futura intervención, y por otro brinda al propio paciente de las herramientas y estrategias necesarias para afrontar su tratamiento.
Por tanto, se trata de un instrumento muy útil, el cual permite identificar las conductas del paciente, pero sin dejar de lado el contexto en el que se dan ni qué hay detrás de su ocurrencia.
De forma esquemática, los aspectos que cumplen los análisis funcionales de la conducta son los siguientes:
- Identificar antecedentes y consecuentes de la conducta: ¿Qué pasó, sintió y pensó antes y después de hacer lo que hizo?
- Identificar las variables que influyen en la persona: Pensamientos, emociones, sensaciones, personas, lugares, horas, etc., pueden desencadenar las conductas problema.
- Formular hipótesis sobre las conductas problema: Aquí se plantean dos tipos de hipótesis: Las de origen y las de mantenimiento.
- Las de origen tratan de esclarecer cómo se originó la conducta problemática, teniéndose en cuenta los elementos contextuales presentes en el momento del surgimiento del problema.
- Las de mantenimiento tratan de explicar por qué la conducta se sigue realizando a día de hoy, qué elementos han reforzado o por qué aún no se ha extinguido.
- Describir las conductas: lo más detalladamente posible, como si pudiéramos ver a la persona en ese mismo momento ejecutando la acción.
Como en este tipo de análisis se trabaja con hipótesis, es muy importante que el psicólogo sea riguroso y objetivo. Además, no se trata de un proceso unidireccional ni estático, sino que a medida que vaya evolucionando la terapia saldrá a la superficie nueva información, con lo cual será necesario replantear la problemática con la que vino el paciente al inicio y reformular las explicaciones que iban enfocadas a elaborar un plan de intervención.
Características análisis funcional de la conducta
Referente a las características del análisis funcional …
- No es descriptivo, sino – y como su nombre indica- funcional
A alguien le ocurre una serie de acontecimientos y actúa en base a ellos para conseguir unos resultados en concreto, a corto o largo plazo. Esto significa que explica el problema y elabora un plan de acción terapéutico o educativo, sin centrarse en elementos estáticos, sino en sucesos y acciones que pueden estar ubicados en el tiempo.
- Se centra en la conducta que manifiesta la persona en su presente.
Sin embargo, no hay que dejar de tener en cuenta su historia, ya que su hacer actual es el resultado de la misma.
- Es dinámico:
Como se ha comentado más arriba, a medida que avanza la terapia, aparecerán nuevas hipótesis e incluso nueva información que el propio paciente no nos había facilitado o él mismo desconocía.
- Se basa en hipótesis y en una realidad subjetiva:
No sabemos si lo que cuenta el paciente es lo que acontece realmente. Organizamos la información en relación con la descripción que hace el paciente de su realidad. Por tanto, lo que se cree que es la causa del problema y lo que hace que este se mantenga puede cambiar durante el proceso, no es una información que implique una causalidad clara e inamovible.
- No es generalizable:
Estudia las relaciones que se dan en el entorno de esa persona en concreto: Lo que hace, lo que ocurre a su alrededor, lo que siente, lo que piensa, las personas que están en su vida, unido a sus antecedentes históricos. Por tanto, no solo hay que contemplar al paciente, sino integrar todo su contexto.
Debido a esto, las hipótesis realizadas tras analizar las conductas del paciente solo pueden llegar a explicar el comportamiento de esa persona en concreto, dado que está vinculada a una cadena de eventos únicos e irrepetibles, los cuales han dejado una marca en su historia de aprendizaje.
Es decir, lo descubierto en una persona es difícilmente generalizable a todo el resto de la población.
En Massvital conocemos esta herramienta y la usamos con las personas que trabajamos. Somos conscientes de la diversidad, de la individualidad de cada paciente. Todos somos diferentes en lo relativo a nuestra personalidad, comportamiento y vivencias, y por ello integramos el análisis funcional en el proceso terapéutico.