
Las fases del sueño: características y funciones.
Hasta mediados del Siglo XX pensábamos que el sueño se trataba de un periodo de inactividad donde no ocurrían procesos importantes.
Hoy día se sabe que no es así. Gracias a los estudios realizados se ha visto que, cuando dormimos, a lo largo de la noche pasamos por distintas fases, que van desde el sueño más ligero al más profundo. Este ciclo dura aproximadamente 90 minutos y se dan varios a lo largo de la noche Por tanto, se trata de un proceso activo, dividido en periodos del sueño diferenciados y con características fisiológicas distintas.
Además, dormir un número de horas suficiente es fundamental para un correcto funcionamiento cerebral. Durante el sueño nuestro cerebro consolida las memorias más importantes y hace su propio mantenimiento, elimina los productos tóxicos generados mientras estamos despiertos y limpia, entre otras cosas, el beta-amiloide, el material de las placas seniles, una de las características distintivas de la enfermedad de Alzheimer.
¿Cuáles son las fases del sueño?
- FASE DE SUEÑO DE ONDAS LENTAS o “NO REM”
Se caracteriza por un aumento de la relajación, disminuyendo la tasa cardíaca. El ritmo de la respiración se hace más lento, pausado y, según muestra el electromiograma- aparato que registra la activación o relajación de los músculos antigravitatorios- existe una disminución de la tensión muscular y de la tasa metabólica. Esta fase se divide en cuatro estadios, pasando del uno al otro en segundos:
Estadio 1: Es la fase de somnolencia o adormecimiento. Entra a los 15 minutos y, si te despiertas aquí, no tendrás conciencia de estar dormido-a. Se trata de un sueño ligero donde aún somos capaces de percibir la mayoría de los estímulos. Por tanto es un sueño poco o nada reparador.
Estadio 2: La persona se encuentra más relajada y su respiración es más pausada. Tanto la actividad fisiológica como la muscular van disminuyendo progresivamente y se intensifica la desconexión con el entorno gracias al bloqueo que hace el Sistema Nervioso a las vías de acceso de información sensorial. Por tanto, poco a poco vamos cayendo en un sueño más profundo. Esta fase supone en torno a un 50% del sueño nocturno total. Es aquí donde desaparecen los movimientos oculares.
Estadio 3: el bloqueo sensorial se intensifica. Si el individuo despierta durante esta fase, se siente confuso y desorientado. Aun no se sueña y se produce una disminución del 10 al 30 por ciento en la tensión arterial y en el ritmo respiratorio, y se incrementa la producción de la hormona del crecimiento. El tono muscular es aún más reducido que en el estadio 2, y tampoco hay movimientos oculares.
Estadio 4: En esta fase aparece el descanso reparador, y es muy importante para la consolidación de la memoria y del aprendizaje. El tono muscular es muy reducido, no obstante, si la inhibición o bloqueo de los músculos no se produce por algún tipo de alteración pueden aparecer trastornos como somniloquia (hablar dormido), enuresis nocturna (incontinencia urinaria nocturna), terrores nocturnos incluso sonambulismo.
- FASE DEL SUEÑO REM O DE MOVIMIENTOS OCULARES RÁPIDOS
También llamado sueño paradójico debido a que la actividad cerebral es similar a la de cuando estamos despiertos. Las funciones de este tipo de sueño no están claramente delimitadas. Sin embargo, se considera que durante el sueño REM reorganizamos nuestros contenidos mentales, fijando los nuevos recuerdos e integrándolos en la memoria a la vez que descartamos aquellas informaciones o recuerdos considerados irrelevantes. Así, este tipo de sueño convierte la experiencia en recuerdo almacenado en la memoria a largo plazo. Se sabe que desde los 2 años de edad hacia delante permanecemos cerca del 25 % del ciclo del sueño en fase REM. Como curiosidad comentar que los recién nacidos y bebés pasan casi la mitad de su tiempo durmiendo en REM.
Esta fase se caracteriza por una desaparición del tono muscular, impidiendo así que la persona dormida materialice sus alucinaciones oníricas y pueda hacerse daño. No se da dicha atonía en los músculos oculares y en el diafragma, pudiendo así favorecer la respiración. Además es posible observar breves contracciones de los músculos faciales y de las extremidades. A pesar de que estamos profundamente dormidos y en estado de total relajación física, se da un incremento de la actividad fisiológica, aumentando la presión arterial, el ritmo cardiaco y el respiratorio. Es en esta fase en la que se producen la mayoría de los sueños y donde mejor podemos recordarlos. Las alteraciones más típicas de esta fase son las pesadillas, el sueño REM sin atonía (las personas no están paralizadas y pueden moverse durante el sueño) y la parálisis del sueño.
Como resumen y como muestra la siguiente gráfica, el ciclo del sueño con sus diferentes fases quedaría así:
Una vez que te empiezas a dormir, te vas adentrando en los estadios del sueño de ondas lentas, hasta que llegas a las primeras dosis de sueño REM. Seguidamente y a medida que avanza la noche, la cantidad de tiempo que se pasa en las etapas más profundas del sueño de ondas lentas disminuye y la cantidad de tiempo que se pasa en REM y las fases más ligeros de ondas lentas aumenta. Es natural que te despiertes varias veces en la noche después de la fase REM. La mayoría de las veces ni siquiera recuerdas despertarte del todo.