
¿Por qué no soy feliz en Navidad?
La Navidad, en nuestra cultura, es un periodo de celebración cargado de eventos que nos sacan de nuestra rutina habitual. La Navidad y el cambio de año se nos presentan socialmente como épocas llenas de felicidad, alegría, cariño … sin embargo, no todos vivimos estas fiestas del mismo modo. Por ejemplo, para aquellas personas que les cuesta sociabilizar, pensar en las festividades y en las situaciones que tendrá que enfrentar les puede causar una gran ansiedad. Otras personas que se refugian en el trabajo o que necesitan tener el tiempo ocupado, pueden sentir malestar al no saber en qué invertir el tiempo durante las vacaciones de Navidad. Y así, cada individuo dependiendo de su historia vital, vivirá estas fechas de una forma placentera o con un gran pesar.
¿A qué puede deberse dicha insatisfacción o cuáles son los motivos más comunes?
- Pérdida de seres queridos.
- Problemas económicos.
- Roces familiares.
- No haber conseguido los objetivos propuestos durante el año.
- Problemas de pareja.
- Estrés laboral.
- Cansancio acumulado.
- Presión: No gustarte nada de lo que se celebra o no sentirse de la manera que se espera, y terminas obligándote a vivirlo como los demás.
- Etcétera.
Todos estos problemas son más notorios en estas fechas debido a que «todo» tiene que ser «perfecto»: armonía, paz y amor. Pero … Si mi pareja y yo nos insultamos, si no me hablo con mi hermano, si no me he sacado el curso y quedan 10 días para que termine el año, si me encuentro cansad@ y no tengo fuerzas para irme a la fiesta de Navidad… «entonces… ¡Soy un bicho raro, no soy como los demás!, ¿y qué le voy a decir a Fulanita y Menganita cuando me pregunten que dónde paso la Noche Buena si no me hablo con mi madre?…» y ahí viene el sufrimiento…
¿Cómo puedo disfrutar más de las navidades?
En Massvital estamos al tanto de todo esto, así que a continuación ofrecemos una serie de recomendaciones y pautas para disfrutar más de las Navidades y que no se convierta en ese periodo que muchas personas rechazan y temen por los motivos anteriormente mencionados:
- Para empezar, no tienes por qué obligarte a sentir ni vivir La Navidad como la sociedad pretende. Respeta a los demás, y lo más importante: respétate a ti mism@ como individuo, con preferencias y gustos particulares que no tienen que ser los que la sociedad te marque.
- Anticípate y sé claro con los demás: No tienes que ocuparte de todo. Delega y reparte las tareas si es que vais a celebrar en casa algún evento y si por un casual no te apetece ser el anfitrión de las festividades de este año, propón celebrarlo en otro lugar o fuera si fuese viable.
- Mantén tus rutinas agradables en la medida de lo posible. Durante las fiestas solemos cambiar nuestras rutinas y horarios, pero no hay motivo para abandonar aquellas actividades que más nos gustan en nuestro día a día. Por ejemplo: hacer deporte, leer, pasear, fotografía, talleres, pintar, etc.
- Centra tu atención y no te dejes dominar por los pensamientos y presiones: Es normal sentirnos de una determinada manera si no tenemos dinero, faltan seres queridos o estamos atravesando una situación difícil. Pero eso no es motivo para estar todo el día quejándonos. Recuerda que «a nadie le amarga un dulce», y que en este tipo de eventos pueden haber cosas donde centrase que no te causen ese pesar, por ejemplo: amigos, familiares, comer cosas ricas, jugar o bailar, tiempo para viajar… Cambia la perspectiva.
- Resuelve los problemas durante el año: No te metas prisa ahora. Lo que a uno le preocupa o le es importante de resolver no se soluciona de forma rápida y sencilla. Solo puede añadir más fuego y presión al asunto.
- Ajústate a tu realidad y abandona las expectativas: Tú eres tú y tus circunstancias. Si no te ha dado tiempo a conseguir algo este año, valora si ha sido por una cuestión de expectativas inalcanzables o bien por algo que se te ha escapado, no has trabajado y ponte a ello.
Y sobre todo recuerda: Vive las Navidades como te dé la gana. Tú eres dueño-a de tu vida. Date permiso para llorar o reír. Se trata de tiempo, nada más. Tiempo al que le hemos puesto nombre, fecha, normas y emociones. Pero eso no significa nada.
¡Esperamos que el post os haya ayudado de alguna forma!