Perfil del chantajista emocional

Perfil del chantajista emocional

El chantaje emocional es un acto de violencia psicológica aplicada a todas las relaciones con las personas. Es una forma de manipulación muy poderosa: alguien nos amenaza, directa o indirectamente, con castigarnos de alguna manera si no hacemos lo que desea.

La persona que lo sufre siente tal presión que terminan cediendo, dejando su propio bienestar y necesidades en segundo plano en pro de cubrir las del “chantajista”.

¿Por qué una persona realiza este tipo de chantajes, amenazas o coerciones?

La persona “chantajista” tiene una serie de propósitos o necesidades incubiertas en su vida. Estos vacíos necesitan de un determinado tiempo y esfuerzo para ser llenados, pero es mucho más fácil someter a otros que trabajar uno mismo para mejorar y así lograr sentirse uno/a satisfecho/a. Por tanto, estas personas optan por la “vía rápida”: La intimidación.

Se trata de personas con miedo al rechazo o ser abandonadas, personas con baja tolerancia a la frustración o aquellas que necesitan tener la mayor parte del tiempo el control de la situación.

¿Qué tipos de chantajistas emocionales existen? ¿Cómo lleva a cabo las tácticas chantajistas?

Dependiendo del tipo de sometimiento que hagan, es decir, del acto que elijan para intimidar o amenazar-directa o indirectamente-, podemos encontrar varios perfiles:

a) Están aquellos que amenazan con castigar de forma directa y abierta a la otra persona si no accede a sus demandas-Castigadores-. “Si no haces X, recibes X”

b) Luego encontramos los que asustan a través de la autoagresión: “si no haces “X”, me haré X”. Por ejemplo: “me quito la vida” o “enfermaré”. Lo que está claro es que la consecuencia siempre es un daño hacia sí mismos, daño que viene por la supuesta culpa del otro.

c) Los típicos que dicen tener una vida desgraciada, “los mártires”. Es un tipo de chantajista muy sutil, y hace uso de una queja constante. En este caso, la persona víctima es “responsable” de que las supuestas vidas miserables de los chantajistas sean algo mejores. Ejemplo: “Ve y disfruta tú que puedes”, “Soy un estorbo para ti, normal que no quieras pasar tiempo conmigo”, etc.

d) “Los caritativos”-Los falsos Benefactores-. Cuando digo “falsos benefactores” es porque no te dan NADA gratis, siempre te van a pedir algún tipo de compensación a la larga. Te sacan las cuentas de todo lo que han hecho bajo esa máscara de ayuda. Es decir, ven el altruismo como la manera de dominar una situación futura que se pueda dar, por ejemplo, pedir la misma entrega a la otra persona. Frases que se pueden escuchar por parte de este tipo de chantajistas son “Con todo lo que he hecho por ti y así me lo pagas”.

e) Los que te ofrecen bajarte la Luna-“Los seductores”-. Eso sí, prometen a cambio de: “Tú haz lo que yo te diga, y no tendrás que pensar en nada ni preocuparte”. Son carismáticos y su intención es envolverte con sus palabras para arrebatar el poder a la víctima y que se hagan dependientes de ellos. Por supuesto, nunca cumplen sus promesas, pero siempre tienen una buena excusa a mano.

Llegados a este punto, me gustaría recalcar aquí dos aspectos fundamentales:

  1. Por un lado, que el chantajista no solo usa una vía, sino que puede utilizar varios modos de chantaje emocional-todo depende de la situación y de cómo responda el otro miembro-
  2. Por otro, que todo este repertorio de conductas no tiene por qué darse de forma exclusiva en las relaciones sentimentales, sino que podemos encontrar actos de chantaje emocional en cualquier tipo de relación: familiares, amistades, laborales, etc.

Lo que está claro es que cualquier forma de chantaje somete a la víctima a una situación de malestar o sufrimiento y la despoja de su libertad y confianza en sí misma.

Como resumen, básicamente, las estrategias utilizadas por personas chantajistas son: Propiciar culpa, miedo o sensación de obligación en la otra persona, aislar a la persona, boicotear planes de manera no aparente, amenazas directas, hacerse la víctima, conocer las debilidades del otro para usarlas en su contra e ignorar las necesidades y aspiraciones de la persona víctima del chantaje, entre otras.

Si soy la persona que lo sufre, ¿Qué puedo Hacer?

Sea el caso que sea, es fundamental establecer una serie de límites. Responsabilízate de tu bienestar y aprende a decir ¨NO¨, todas las veces que sean necesarias. Recuerda que la toma de control es el objetivo último de la manipulación y mientras sus estrategias sigan funcionando las seguirá empleando. Tocará ser pacientes.

Sé que no será tarea fácil, es más, seguro que el hecho de pensarlo te trae ya ansiedad, miedo incluso culpa. Tiene que ser frustrante vértelas en estas a pesar de estar convencido/a de que no quieres, pero es la única forma de retomar tu vida.

Busca un momento tranquilo para exponerle cómo te sientes cuando se comporta de este modo. Frases como: ¨entiendo tu punto de vista, sin embargo…¨; ¨es probable que tengas razón, pero me gustaría que consideraras otras opciones¨; ¨respeto tu posición y siento que te lo tomes así ¨, etc. pueden ayudarte a calmar las aguas. Calmar el ambiente también es posible haciendo uso del chiste, el humor-desde un punto de vista respetuoso.-

No olvides nutrir tu tiempo con todas aquellas personas que te aprecian por ti mismo,-a, tal y como eres, con tus éxitos y fracasos. Seguro que en tu entorno habrá personas que pueden brindarte su apoyo, aunque sea solo aconsejándote. Y por supuesto: Ponte en primer lugar. Retoma viejas actividades que antes te llenaban o inicia aquello que siempre has retrasado pensando que no valía la pena o por miedo a no ser capaz. El chantajista se ha encargado muy bien de hacerte pensar eso. Arriésgate. Vivir en Libertad merece la pena.