¿Cómo Sacar Provecho de las Críticas?

¿Cómo Sacar Provecho de las Críticas?

Desde pequeños aprendemos a reaccionar con hostilidad o enfado cuando alguien nos critica, ya que sentimos que nuestra valía como persona está en juego… Y es que a veces ocurre que la persona que nos critica lo hace de manera poco adecuada o incluso hostil, sin embargo, eso no significa que sus palabras no sean ciertas, o al menos, hasta cierto punto.

Las críticas son comentarios, opiniones sobre algo que hacemos o peticiones de cambio de actitud de una persona a otra y que pueden ser tanto constructivas como peyorativas. Esta práctica no es algo que se enseñe en ningún entorno, y hacerlo mejor o peor dependerá de las oportunidades que hayamos tenido de practicar a lo largo de la vida, así como de las consecuencias obtenidas.

Pongamos el siguiente caso: Si nuestro hermano es muy descuidado y se olvida de recoger sus cosas, lo primero que solemos decir es algo como: «eres un desastre, nunca vas a cambiar». A pesar de que pueda parecer una forma de incentivar el cambio, la crítica está falta de funcionalidad. Por ejemplo, sería mucho más útil una crítica como la siguiente: «con tanto desorden en el salón no tengo sitio para poner mis libros, me encantaría que intentaras ser un poco más ordenado y así estaríamos más cómodos».

La primera acusa directamente a la persona llamándola «caos» y asegurando que el cambio no es posible, «nunca vas a cambiar». La segunda crítica expresa una mejora en la casa-ganancia para todos- y solo critica la actitud del desorden y no es un ataque a la persona.

• ¿Aprender a llevar Mejor las Críticas me puede Ayudar en algo?

Antes que nada, comentar que son muchas las ganancias que obtendremos si aprendemos a encajar mejor las críticas y con más calma-tanto las constructivas como las más hostiles-. Para empezar, el aprendizaje y desarrollo personal que podemos obtener por el cambio de alguna actitud que podamos mejorar. En segundo lugar, si dicha crítica es un intento de manipulación, frustraremos el intento de la otra persona por dominarnos, saliendo airosos de una situación que puede terminar perjudicándonos o volverse incómoda. Y en tercer lugar, el aprendizaje en lo que a gestión emocional se refiere: Si aprendemos a manejar mejor la ira con conductas más adaptativas y más controladas, no nos sentiremos tan atacados ni tan irascibles y nuestra autoestima se verá mucho menos dañada.

• ¿Por qué cuesta Tanto?

Algunos mitos o falsas creencias sobre las críticas nos obstaculizan ese camino de tolerancia hacia las mismas, impidiendo así ese aprendizaje comentado líneas más arriba… Por ejemplo:

1. Pensar que el Error no forma parte de nosotros: Tenemos derecho a equivocarnos, es más, lo vamos a hacer. Es parte de nuestra condición humana, por tanto, estar abiertos a que eso puede ocurrir hará que podamos aprender y que lo veamos todo de otra manera.

2. Creer que la crítica implica el rechazo de quien la hace: Si vemos en cada petición un ataque, falta de amor o aceptación, fomentará la rumia continua. Cuando pensamos que la otra persona emite una crítica para perjudicarnos es más probable que no escuchemos ni recapacitemos. Podemos pensar que existen “buenos y malos” y que son las buenas personas las que nunca nos dicen nada y los malos los que nos critican.

3. Ver al otro como inferior a nosotros o que las cosas deben ser como yo quiero: Si pensamos que la vida tiene que ser como queremos y las cosas deben salir como deseo, es muy probable que nos frustremos y no aceptemos las críticas. “Me dice esto porque no tiene ni idea… bah, yo a lo mío”.

¿Cómo Sacar Partido de las Críticas?

1. Cambia tu discurso Interno: Debemos tener en cuenta que no somos perfectos y estamos sujetos al cambio constantemente. Dejar de ver la crítica como un fracaso o un ataque de quien lo hace y contemplarla como una sugerencia o un comentario sobre un aspecto particular de nosotros-y no de toda la persona en cuestión-, propiciará que estemos más abiertos a escuchar.

2. Evaluación de la crítica. Para ello, es recomendable responder las siguientes preguntas:

a. ¿Me puede traer algo bueno en mi vida cambiar o rechazo la crítica?
b. ¿Quién nos hace la crítica? ¿Es importante para nosotros, es un ser querido? ¿Se trata de alguien que suele criticar por criticar o por el contrario suele intentar ayudar?
c. ¿Cuál es la intención de la crítica? ¿Tiene algún fundamento el cambio que se pide?
d. ¿Se trata de una crítica bastante frecuente mi vida? ¿Me lo suelen decir muchas personas? Si es así, quizá deberíamos empezar a contemplar si esconde algo de cierto.

3. Si después de dicho análisis, la crítica resulta ser constructiva, entonces será mejor controlar nuestras emociones de ira o rabia, no defendernos en exceso, escuchar de forma activa, pedir más información y establecer una estrategia de cambio.

Estamos rodeados de opiniones: redes sociales, televisión, familia, amigos, etc. No podemos escapar ni Huir de esos juicios, sin embargo, SÍ podemos aprender a llevar lo que nos hacen sentir esas opiniones de otra manera, sacar partido y aprender de las constructivas y “torear” eficazmente las peyorativas.

No obstante, Si alguien tiene algo que decir, estoy abierta a Críticas si de ellas puedo aprender algo (GUIÑO, GUIÑO).

Con amor, Rocio LH.