Trastornos de la personalidad

Tipos de Trastornos de la Personalidad

La personalidad hace referencia al conjunto de rasgos emocionales y patrones de conducta que caracterizan a una persona en su vida diaria y que hacen que sea de una determinada manera o “forma de ser”.

Dichos rasgos suelen ser relativamente estables y predecibles en la población, sin embargo, no ocurre así en aquellas personas con Trastornos de la Personalidad.

La persona que presenta un Trastorno de Personalidad es aquella que percibe e interpreta el mundo de una manera que poco tiene que ver con la realidad o con lo que está ocurriendo. Hay una alteración a diferentes niveles: de pensamiento-ya sea de la propia imagen que se crean de sí mismos como de la imagen que tienen de su alrededor: relaciones, amigos, pareja, familia, política, etc.- afectivo- presentan una pobre gestión emocional.-, interpersonal– pobre calidad en sus relaciones personales-etc.

Esto genera en estas personas una inadaptación en el contexto de las normas y cultura en la que se desenvuelven, siendo catalogados como “raros” por los demás.

El control de impulsos suele verse afectado también, por lo que se ven conductas impulsivas y poco adecuadas dentro del marco de la sociedad. A veces puede suceder que estas personas se sientan “incomprendidas” ya que no se dan cuenta de que padecen dicho trastorno. Su manera de pensar y comportarse les resulta totalmente natural y llegan a culpar a los demás por los problemas que tienen. Además, encontramos que estas personas carecen de ciertas habilidades como la empatía (les resulta difícil entender a los demás), la intimidad (les cuesta acercarse o establecer y/o mantener amistades) o la capacidad de cooperar, lo que les dificulta aún más su integración. Son incapaces de fijar y lograr objetivos personales o de marcar una dirección con significado o propósito para la vida.

Los trastornos de personalidad generalmente comienzan en la adolescencia o juventud y según las investigaciones, encontramos su origen en los genes, en el ambiente o por la combinación de ambas.

Existen muchos tipos de trastorno de personalidad:

  • TIPO A (“LOS EXTRAÑOS, FRÍOS Y EXCÉNTRICOS”) que incluyen:

Trastorno paranoide de la personalidad: Excesiva desconfianza-a veces injustificada-, siempre ven malicia en las intenciones de los demás, lo que les hace mantenerse en perpetua actitud de defensa con su entorno, sospechando, sin base suficiente, que los demás se van a aprovechar de ellos, les van a hacer daño o les van a engañar. Pueden, por tanto, percibir ataques a su persona o a su reputación que no son aparentes para los demás, pudiendo reaccionar con ira. Suelen albergar rencores durante mucho tiempo, por ejemplo, no olvidando insultos, mentiras o desprecios ajenos.

Trastorno esquizoide de la personalidad: Se caracteriza por una dificultad para establecer relaciones sociales, ausencia de sentimientos cálidos y tiernos. Les trae sin cuidado la aprobación social o la crítica.

Cuentan, consecuentemente, con pocas amistades o relaciones cercanas y participan en actividades o trabajos que no impliquen el contacto con otras personas.

No obstante, las personas con este trastorno tienden a ser capaces de funcionar en su vida diaria, pero no desarrollan relaciones significativas con los demás, ya que ni las desean ni disfrutan de ellas.

Trastorno esquizotípico de la personalidad: Similar al anterior pero con el añadido de alteraciones en la percepción, pensamiento, el lenguaje y la conducta-pero no llega a reunir los criterios para la esquizofrenia-. Por ejemplo, suelen tener creencias raras o pensamiento mágico (supersticiones, creer en la telepatía…) que influyen en su comportamiento y presentar un lenguaje raro, vago y extraño.

  • TIPO B (LOS “DRAMÁTICOS, IMPULSIVOS, INESTABLES E INADAPTADOS”) que incluyen:

Trastorno de personalidad antisocial: Estas personas manifiestan una conducta antisocial continua y crónica, en la que se violan los derechos de los demás. Suele presentarse antes de los 15 años y persiste en la edad adulta. La principal característica de este tipo de trastorno es la irresponsabilidad y la transgresión de las normas sociales, pudiendo manifestar agresividad o irritabilidad. Son personas que actúan por impulsos momentáneos, sin tener en cuenta las consecuencias a largo plazo. Mienten y estafan a otros para obtener un beneficio propio o por el placer de hacerlo, manifestando una clara indiferencia ante el daño que pudieran ocasionar.

Trastorno límite de la personalidad: Son muy inestables emocionalmente, y su identidad, autoimagen y conducta interpersonal suelen estar bastante afectados. Se comportan de manera impulsiva (gastos, sexo, conducción temeraria, abuso de sustancias, etc.), siendo las relaciones con los demás inestables e intensas. La sensación de vacío está muy presente en sus vidas, así como un miedo excesivo a ser rechazados por lo que la persona hace verdaderos esfuerzos por evitar un abandono, ya sea real o imaginario. Son personas que se encuentran muy perdidas en la vida-no saben lo que quieren-, así presentan dificultad para elegir un trabajo, valores, amigos, etc. Asimismo, tienden a ver a las personas y a las situaciones de una manera extremista: o muy buenos o muy malos, pudiendo llegar a experimentar una ira inapropiada o intensa y/o a tener conductas autodestructivas en momentos de crisis (autolesiones, intentos de suicidio…). Es un trastorno frecuentemente asociado al consumo de tóxicos y a trastornos de alimentación.

Trastorno histriónico de la personalidad: Las personas que padecen este tipo, suelen verse como los típicos “teatreros”. Les gusta que les observen y ser el centro de atención. Son personas excitables y emotivas. Se comportan de manera pintoresca, dramática y demandan continuamente la atención de los demás. Cuando no lo consiguen, se sienten incómodos y despreciados. Esta actitud se traduce en un excesivo cuidado en su apariencia. Hacen amistades fácilmente, considerando en muchas ocasiones sus relaciones más cercanas de lo que realmente son. La interacción con los demás suele estar caracterizada por un comportamiento sexualmente seductor o provocador.

Trastorno narcisista de la personalidad: Se caracteriza por sentimientos de importancia y grandiosidad, fantasías de éxito, necesidad exhibicionista de atención y admiración y falta de empatía. Son personas que buscan ser admirados, mantienen aires de superioridad y sienten envidia hacia los demás (o piensan que los demás le envidian a él). Generalmente se sienten con derecho a recibir un tratamiento especial por parte de los que le rodean y pueden mostrarse exigentes, irritados y fácilmente ofendidos. Intentan con frecuencia sacar provecho de los demás para alcanzar sus propias metas.

  • TIPO C (“LOS ANSIOSOS Y TEMEROSOS”) que incluyen:

Trastorno de la personalidad dependiente: Estas personas no tienen confianza en sí mismas. Manifiestan una intensa inseguridad, tanto así que aceptan que sus parejas, padres o amigos tomen por ellos decisiones importantes, ya que se ven incapaces de desenvolverse solos. El problema principal de las personas que sufren este tipo de trastorno es su necesidad de aprobación externa para llevar a cabo cualquier tipo de actividad. Esta necesidad hace que adquieran un comportamiento sumiso y pasivo hacia los demás por temor a separarse de su zona de seguridad y protección. Esta dependencia hace que, además, no se atrevan a mostrar opiniones contrarias ante los demás, por temor a la pérdida de apoyo o aprobación. Cuando tienen una ruptura sentimental, buscan desesperadamente otra pareja que les proporcione el cuidado y apoyo que necesitan, incluso si a cambio de ello tuvieran que soportar abusos o algún tipo de maltrato.

Trastorno de la personalidad Obsesivo-Compulsiva: El Control, la inflexibilidad, la indecisión, la excesiva devoción al trabajo y al rendimiento están presentes en estas personas. Sin embargo, ese perfeccionismo llega a tales extremos que puede interferir con la finalización de las tareas (por ejemplo, estas personas no acaban un proyecto porque no cumple sus propias exigencias, que suelen ser demasiado estrictas).  Además, presentan dificultad para expresar emociones cálidas y tiernas. Muy tercos, rígidos y con una escrupulosidad en temas éticos y morales. Preocupación excesiva por los detalles, las normas, las listas, la organización o los horarios, hasta el punto de perder de vista el objeto principal de la actividad. Se niegan en rotundo a delegar tareas a otros, a no ser que éstos se sometan exactamente a su manera de hacer las cosas. Estas personas pueden ser exitosas en campos intelectuales, donde el orden y la atención a los detalles son fundamentales.

Trastorno de personalidad por evitación: Las personas con este trastorno presentan un gran temor al rechazo y a la crítica de los demás, llegando al extremo de evitar cualquier situación en la que tengan que enfrentarse con personas desconocidas. Siempre ponen múltiples excusas para no acudir a reuniones sociales o incluso laborales. Sin embargo, tienen un fuerte deseo de recibir afecto y de ser aceptadas por los demás, y sufren abiertamente por su aislamiento y falta de habilidad para relacionarse cómodamente con los otros. El Trastorno de Personalidad por evitación es similar a la fobia social.

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