Risoterapia

¿De dónde viene la Risa? ¿Qué beneficios nos aporta la risoterapia?

 

Reír es un acto instintivo y natural. La risa es un mecanismo muy básico y primitivo, de hecho compartimos la risa con los primates. Nos ayuda a estar sanos y por otro, unidos al grupo.

Recientemente un estudio inglés ha investigado la razón por la que enseñamos los dientes cuando nos reímos. Según los investigadores los gorilas sonríen cuando juegan como señal de amistad, explicándoles al resto de compañeros, con el simple gesto de mostrar los dientes, que no tienen intención de atacarles.

Otros estudios han demostrado que reír trae consigo beneficios extraordinarios para la salud, sobre todo en el sistema inmunitario ya que aumenta las defensas, no sólo durante el momento de la risa o diversión sino que el efecto permanece tiempo después.

Por tanto, incorporar la sonrisa y la risa en nuestra vida es casi algo obligatorio si queremos tener un mayor bienestar: Transmite confianza y seguridad, “no soy peligroso, te puedes fiar de mí”, puede ayudar en resolución de conflictos, las personas que sonríen más son consideradas, más seguras y se ven más atractivas de cara a los demás; y además, es una potente herramienta que ayuda a canalizar y gestionar el estrés. 

Además y tal cómo se ha visto en numerosos estudios, aumenta el flujo de sangre y oxígeno a los tejidos y órganos vitales, reduce el colesterol, incide de forma positiva en la diabetes, ayuda a combatir el cáncer e infecciones respiratorias y previene y/o mejora los estados depresivos y ansiosos.

¿Qué es la risoterapia?

 

Viendo los beneficios que aporta a nuestra salud reir, se introdujo la risoterapia como herramienta/técnica destinada a mejorar el estado físico y psicológico de las personas, usando como vehículo la risa.

Esto no es una nueva tendencia del siglo XXI, si no que ya en el siglo VII Thomas Sidenhman decía: “Tiene más beneficios para el pueblo la llegada de un payaso que una caravana de remedios”, y qué gran verdad.

Actualmente en muchos países existen las llamadas “clínicas de risoterapia”, donde se está investigando este fenómeno para ayudar a personas que padecen alguna enfermedad. En ellas se ha podido comprobar a través de estudios científicos cómo en el córtex, la sustancia gris que recubre los hemisferios cerebrales, libera impulsos eléctricos tan sólo una fracción de segundo después de haber empezado a reír.

Los beneficios físicos, psicológicos y sociales de la Risoterapia

 

El beneficio de la risoterapia se basa en la observación científica de que el cuerpo no puede diferenciar entre la risa falsa y verdadera, y que ambos ofrecen los mismos beneficios fisiológicos y psicológicos. Para ello, la risa es simulada como un ejercicio de cuerpo en un grupo, con el contacto visual y el juego infantil, en un principio con la risa forzada, para que se generalice y se convierta en risa real y contagiosa.

Ejercicios de expresión corporal, bailar, contar chistes, juegos llenos de diversión, dinámicas cargadas de sentido del humor, en esencia: despertar al niño que todos llevamos dentro y que una vez fuimos. Todo eso se lleva a cabo en las sesiones o talleres de risoterapia.

Así que, desde Massvital Salud Integral, te damos hoy un único y gran consejo:

Sonríe, sonríe, sonríe, aunque no tengas ganas de hacerlo, aunque sea una leve sonrisa que curva los labios.

Y para ayudarte a que lo consigas, algunas instrucciones, muy fáciles:

  1. Habla de los incidentes divertidos de tu propia vida: Esto hará que mejores el estado de ánimo de los demás y ayudará a que te conozcan mejor.
  2. Ríete. Especialmente en momentos de vergüenza. Aporta naturalidad y puede ser una buena forma de trabajar el bloqueo ante dichas situaciones.
  3. Busca el lado divertido de las cosas siempre. Ayuda a diferenciar entre lo que de verdad es amenazante en la vida de uno (por tanto no verás el lado divertido de ello en ningún momento) y lo que es un peligro poco probable a suceder.
  4. Cada vez que te mires al espejo, dedícate una sonrisa.

Y ahora…en este momento y como punto final… ¡SONRÍE!

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