Trastorno afectivo estacional

¿Qué es el trastorno afectivo estacional?

El trastorno afectivo Estacional (TAE) o también conocido como “Tristeza Invernal”, hace referencia a la aparición de síntomas depresivos con los cambios estacionales del año. Cuando se acercan periodos otoñales o invernales caracterizados por la disminución a la exposición de luz solar, influye notablemente en nuestras hormonas y a nivel cerebral, pudiendo aparecer así esta sintomatología. Estas personas pueden sentirse más decaídas, apáticas, menos concentradas e incluso con una gran sensación de tristeza la cual no se puede explicar.

Con menor frecuencia, las personas pueden mostrar cambios en primavera o verano-aunque suele ser lo menos común-. En cualquiera de los casos, los síntomas pueden ser leves al principio y agravarse a medida que avanza la estación.

Causas de la depresión estacional

Podemos encontrar aquellas relacionadas con la biología y la química cerebral, y otras que tienen que ver más a factores culturales y/o situacionales:

  • Entre las primeras encontramos sobre todo aquellas que están relacionadas la disminución de los niveles de serotonina (neurotransmisor cerebral que se encarga de la regulación emocional y estado de ánimo) y el aumento de melatonina (hormona encargada de favorecer el sueño.) Cuando disminuyen las horas de luz se segrega menos serotonina, por lo que el estado de ánimo baja y la melatonina debe reajustarse y empezar a al preparar al cuerpo para dormir-lo que se traduce en un aumento de esta hormona-.                                                     Además, existe un menor aporte de Vitamina D, la cual se obtiene principalmente del Sol. Se ha visto que esta sustancia tiene un papel importante en la síntesis de ciertos neurotransmisores, entre ellos la Serotonina. Por tanto, si disminuye el número de horas al que estamos expuestos a la luz solar, bajará tanto los niveles de Vitamina D como de Serotonina.
  • Entre los factores de riesgo culturales o situacionales que predisponen el padecimiento de TAE, encontramos:
  1. Vivir lejos del Ecuador o en zonas de que reciben poca luz solar.
  2. Ser mujer: Las mujeres padecen 4 veces más el TAE que los hombres.
  3. La juventud: Se ha visto casos en niños y adolescentes, y a medida que se envejece la probabilidad disminuye.
  4. Tener antecedentes familiares de depresión, trastorno bipolar o TAE.
  5. Aquellas experiencias vividas por la persona de una forma estresante o que aterrizan en sus vidas de una manera inesperada hacen que se encuentren más inestables emocionalmente. Ejemplos de estas situaciones son: accidentes, catástrofes, enfermedades, muerte de alguien cercano, etc.

¿Cuáles son los síntomas del TAE?

Entre estos signos y síntomas podemos encontrar:

– Aumento del apetito (sobre todo preferencia por alimentos altos en carbohidratos y almidonados como pan, patatas, bollería, etc.), traduciéndose en un aumento de peso durante este periodo.

– Aumento de las horas de sueño.

– Cambios en el estado de ánimo: Aparece irritabilidad y tristeza la mayor parte del tiempo, sensación de desesperanza y pensamientos de poca valía. Además, son más sensibles al rechazo.

–Disminución de la capacidad de atención y concentración, lo que incide también en la motivación. Estas personas necesitan hacer un sobreesfuerzo para realizar cualquier tarea, ya sea en el trabajo, en los estudios, etc.

– Cansancio, fatiga o poca energía sin razón aparente.

–Pérdida de interés y falta de ilusión: Tienen una sensación de vacío, todo les da igual, no encuentran sentido a su vida ni una razón para realizar nada.

–Disminución de las actividades sociales o evasión de las mismas.

Estos síntomas varían si la persona es afectada por el periodo estacional Primavera-Verano. Como se podrá observar a continuación, se trata de una sintomatología de carácter más ansioso, relacionada con los periodos de manía que se dan en el trastorno bipolar:

– Pérdida del apetito con la consecuente pérdida de peso.

– Insomnio

– Irritabilidad y ansiedad

– Agitación motora y nerviosismo.

¿Cómo abordarlo desde el tratamiento?

  1. Terapia de luz o Fitoterapia: Se trata de exponer a la persona con TAE a una caja de luz que simula la luz del día. La caja se coloca sobre una mesa y la persona se sienta-usualmente por la mañana-delante de la luz durante un periodo más o menos de 45 minutos. Hay otros tipos de terapia de luz. En lugar de sentarse delante de una caja, la persona puede usar una visera que emite luz o también están los que se denominan “simuladores de amanecer”. Esta luz se enciende por la mañana temprano en su dormitorio e imita un amanecer natural.

Los médicos recomiendan utilizar la terapia de luz hasta que la luz natural exterior sea suficiente.

  1. Psicoterapia: La terapia ayuda al manejo adecuado de los síntomas del TAE, a la vez que la persona gestiona el estrés de una manera más saludable. Además, aliviará todas esas sensaciones que la tienen sumida en ese estado de apatía, desgana y tristeza, identificando los pensamientos limitantes que la hacen sentir peor y cambiando aquellos comportamientos que no la ayudan en su vida.
  2. Psicofármacos: Los medicamentos aquí irían encaminados a regular el equilibrio de serotonina y otros neurotransmisores en el cerebro. Por ello, el uso de Antidepresivos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) se utilizan a menudo para tratar este tipo de depresión.

Algunos consejos para manejar el TAE:

Si te han diagnosticado TAE, el equipo de MASSVITAL te propone varias cosas que puedes hacer para ayudarte:

  1. Cuida tu alimentación: Consume alimentos ricos en Triptófano (precursor de Serotonina), como por ejemplo: Plátano, huevos, carnes magras, legumbres como alubias o lentejas, o frutos secos (en su versión natural) como almendras y pistachos.
  2. Mantener iluminado en la medida que sea posible el entorno donde te encuentres-trabajo, casa, etc.
  3. Realiza actividad física, y si es al aire libre mejor: Está más que comprobado que mantenerse activo libera endorfinas y mejora el estado de ánimo.
  4. ¿Te gusta viajar?: Si te es posible, planea un viaje a algún lugar cálido y soleado durante el invierno.
  5. Anticipación: Si no es la primera vez que te ocurre, ponte en marcha e inicia tus pautas y tratamiento antes de que lleguen los meses de poca luz solar-Septiembre podría ser un buen mes.
  6. Haz de tu casa un entorno agradable, practica el “NESTING”: Nesting es un término que se ha puesto de moda, pero no es otra cosa que “el arte” de estar en casa, pero no haciendo nada, sino disfrutando de aquellas actividades que te aporten bienestar emocional: leer, escuchar música, escribir, cocinar, ver una buena serie, etc.
  7. Realiza alguna técnica de Relajación: Yoga o Taichí son buenas opciones.
  8. Usa la Meditación como una forma de dirigir y regular tu atención y tus emociones. El Mindfulness sería una estupenda opción.
  9. Practica la musicoterapia: es una de las mejores herramientas para mejorar la salud mental, reducir el estrés y combatir los estados anímicos fluctuantes. Como curiosidad: Hay una pieza musical llamada Weightless que reduce el estrés en un 65% -según las investigaciones y trabajos de Melanie Curtin.

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