Aprender a querernos y tratarnos mejor como “antídoto” a la depresión. ¿Es posible?

En muchas ocasiones, nosotros mismos somos nuestros peores jueces y verdugos. Nos autoexigimos, nos marcamos metas inalcanzables o de un alto coste, y si no las logramos, nuestra forma de hablarnos suele ser nefasta.

Todo esto puede ser muy contraproducente, llevándonos a un círculo vicioso, o lo que hoy la cultura denomina “enfermedad”.

Pero parece que hay esperanza…Parece ser que el hecho de aprender a querernos, tratarnos con amabilidad, con benevolencia- también conocida como la habilidad de ser autocompasivo- puede ser de gran ayuda.
 

Las investigaciones indican que dicha capacidad se asocia con una mayor recuperación emocional, con autoconceptos más precisos, con comportamientos de relación más solidarios, así como con un menor narcisismo y con menor ira reactiva.

Según un artículo publicado en la revista científica PLOS One, «La autocompasión reduce sistemáticamente la fuerza de la relación entre el perfeccionismo inadaptado y la depresión, tanto entre adolescentes como adultos», aseguró la autora principal del informe, Madeleine Ferrari, de la Universidad Católica de Australia.

Este tipo de personalidad perfeccionista llevado a un extremo, tiende a ser más perjudicial cuando aparece el miedo de defraudar a terceros y cuando la persona no alcanza los objetivos que se propone. 

Mantener ese pedestal de perfección genera ansiedad, estrés, y finalmente un gran malestar cargado de frustración, apatía, cansancio, desgana, como consecuencia de ese desgaste y sobre todo al comprobar que es imposible ser siempre la persona que esperan los demás-no es algo ni alcanzable, ni realista-.

Por tanto, ser aquella persona que deseas ser, en base a tus propios valores y principios, tratándote con cariño y respeto, comprendiendo y atendiendo las faltas personales como parte también de lo que somos: HUMANOS, es una habilidad que puede aprender, potenciarse y además, cura, sana. Esto empodera a la persona para luchar por lo que quiere, y no por lo que esos terceros le demanden.

Existe un Principio Moral Universal (fuente: «El cerebro de Buda», RICK HANSON; RICHARD MENDIUS):

«Cuanto más poder tienes sobre alguien, mayor es tu deber de usarlo con benevolencia».

¿Cuál es esa persona sobre la que tienes mayor poder?…

La respuesta es…Tú mismo/a, el/la que serás en el futuro. Tienes esa vida en tus manos, y lo que será de ella depende de cómo la cuides, de CÓMO TE QUIERAS.

Al fin y al cabo, eres tú quien vives tu vida…

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