Si últimamente nada te motiva y la vida ha perdido sentido para ti, es probable que estés pasando por un período de vacío existencial.
Entre algunas de las causas que pueden desencadenar dicho estado nos encontramos que la persona recientemente haya vivido alguna situación de pérdida por fallecimiento de un ser querido, un despido en el trabajo, o haya tenido que renunciar a algún proyecto importante. No obstante, en ocasiones esa sensación de vacío va más allá y se puede complicar cuando el individuo experimenta una pérdida de contacto con uno mismo, como si fuera un mero espectador de su vida, carente de sentido.
Sensación de vacío como señal de alarma
¿Por qué sucede esto?
A veces, el cuerpo, manda señales en forma de “alarma” que no escuchamos porque no nos interesa atenderlas. Nos vienen a decir verdades que no nos gusta oír, que nos hacen sentir frustrados, incómodos, vulnerables: son nuestros puntos débiles. Por ejemplo, si tu trabajo no te gusta o si ya no amas a tu pareja, cambiar de trabajo o abandonar tu relación requeriría un gran esfuerzo por tu parte, ya que cualquier cambio importante trae consigo momentos de malestar, incertidumbre, mucho dolor.
Es entonces cuando la persona se enfoca en un objetivo o se centra en una persona para distraerse, sin prestarle atención a lo que sucede dentro de sí mismo.
Pero ocurre que si perdemos eso que nos mantenía entretenidos y focalizados, eso que nos hacía olvidar el verdadero problema, como “si nada pasara”-un familiar, un novio-a, hijos que se van de casa, oposición, hobbies, un trabajo- vienen todas esas señales de golpe llegando a ser muy abrumadoras. Ahora tenemos más tiempo libre para escucharlas, no sabemos cómo poner solución, no vemos fuentes de recompensa a nuestro alrededor, cada intento en solucionarlo cuesta más y más y desconectamos. Estas personas terminan desarrollando conductas destructivas como beber alcohol, drogarse, compras compulsivas, atracones de comida o incluso autolesionarse para que esas alarmas “se apaguen” y le den unos minutos de consuelo. Se entra en tal bucle que la persona puede terminar desarrollando una depresión.
¿Cómo dejar de sentirse vacío?
El primer paso está en admitir dicha sensación y no esconderla: Ese sentimiento de vacío tan solo significa que tendrás que encontrar un nuevo sentido a tu vida. Exteriorizar lo que sentimos y hablar de lo que nos atormenta es una buena manera de comenzar a sanar nuestras heridas emocionales y dejar de sentirse así.
Pide Ayuda si fuese necesario, ¡no siempre se puede con todo, y eso no significa que seas débil! Simplemente te has dado cuenta de que necesitas a alguien para afrontar el problema ¡NADA MÁS! Si se me pica una muela voy al dentista…no cojo las tenazas y me la saco yo (ni se me ocurre, ¡qué dolor!).
Escúchate: Has pasado mucho tiempo desconectado de ti. Es probable que te hayas descuidado, por lo que es importante que comiences a explorar tus deseos, miedos, esperanzas y sueños, lo cual te ayudará a crear nuevos significados en tu vida. Conoce quién eres realmente.
Date Amor, Quiérete: ¡Es Vital en estos momentos! Ten en cuenta que todo este proceso traerá consigo miedo, culpa, reproches…que no sirven de nada. Así que RECONFÓRTATE: date palabras de cariño, de apoyo, de ánimo. Lleva a cabo conductas que te llenen, que te hagan sentir pleno-a para no caer de nuevo en esa espiral.
Libera peso…
Ya lo decía León Daudí: « Es curioso que la vida, cuanto más vacía, más pesa.»
